Nuestra constitución española se asienta sobre el principio de igualdad: a ojos de la ley todos los ciudadanos somos iguales, sin importar dónde vives, qué lengua hablas o qué banderas llevas en tu corazón.

En ningún caso la descentralización en autonomías puede servir de excusa para romper la igualdad entre ciudadanos ni poner barreras que nos quiten derechos básicos, como el de optar a un puesto de trabajo en cualquier lugar de nuestro país para ganarse la vida en igualdad de condiciones.

Nuestras lenguas han sido utilizadas, en algunos casos, como un instrumento político para romper ese espacio de libertad que es España y construir muros.

Defendemos que España, como realidad plurilingüística, premie el conocimiento de una lengua cooficial como mérito en el acceso a un empleo público, pero no como un requisito que hace ciudadanos de primera y de segunda.

La lengua debe ser un mérito, no una barrera.

La valoración de las lenguas, además, debe adecuarse mejor al tipo de trabajo. No tiene sentido que la lengua sea el mismo requisito para dar un servicio de atención telefónica al público que para un cirujano que hace operaciones a corazón abierto en la sanidad pública.

Hoy, en España, en nuestra sanidad, se están dando muchos casos de reconocidos especialistas médicos a los que se ha denegado el acceso al puesto de trabajo o se han tenido que ir a otro lugar por no pasar un examen de la lengua cooficial, aún a costa de dejar esos puestos vacantes. Esto puede que beneficie a algunos políticos, pero no beneficia a ningún paciente.

¡Basta ya de discriminación lingüística!

¡Cambiemos este criterio injusto y desproporcionado que se da en la Sanidad y en otros tantos ámbitos de la administración pública!

Defiende con nosotros la igualdad de todos los españoles en el acceso al empleo público firmando esta petición.

#EspañaSinBarreras

¡Firma y únete!