El exministro de la Corte Suprema de Justicia dijo que quería que este Gobierno "se fuera lo antes posible, porque así haría menos daño". Además, señaló que el Gobierno "quizá no finalice su mandato en 2019" pero no por la acción de un partido político sino por "la inviabilidad del programa económico".

Estas afirmaciones no resultan propias ni adecuadas para quien ocupa un cargo en el cual debe juzgar las violaciones estatales de derechos humanos de las personas, en tanto exceden el ámbito de la libertad de expresión y opinión, para transformarse en mensajes contrarios a la democracia y a los principios y valores republicanos.

De la misma manera, y como ha señalado el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, la  conducta de Zaffaroni se encuentra en franca contradicción con las cualidades de independencia e imparcialidad que el sistema interamericano de derechos humanos exige a los miembros de la Corte Interamericana" y remarcó que la Convención Interamericana "establece que el cargo de juez del tribunal deberá ser ocupado por 'personas de la más alta autoridad moral'".

Ello, en definitiva, evidencia que Zaffaroni carece de las calidades requeridas para ser juez interamericano