Si no fuera suficiente la crisis tan fuerte que estamos viviendo en España tras estallar la burbuja inmobiliaria, fruto de la especulación urbanística y la mala praxis bancaria, nos queda al menos aprender de los errores.  No repetir un proceso por el cual se ha devastado multitud de territorios y ciudades de España destruyendo las señas de identidad esenciales de nuestros paisajes y culturas locales que han sido reemplazadas por el hormigón y modelos insostenibles que han depredado el espacio público mientras se descuidan sistemáticamente las infraestructuras destinadas a mantener y mejorar las ciudades. La calidad de vida del ciudadano empeora por momentos. Se trata del mayor expolio social, medioambiental y cultural de nuestra historia reciente.

Pero no, no hemos aprendido la lección y en Marbella nuestra ciudad, aunque le podría haber tocado a cualquier ciudad española, vuelve a pasar de nuevo. El equipo de gobierno ha modificado el PGOU de Marbella tras una opaca negociación con inversores para poder construir rascacielos de hasta 50 plantas, en una ciudad donde ese tipo de construcción no existe y por consiguiente resulta un impacto sobre nuestro tradicional paisaje urbano. Estas modificaciones, que no estaban en el programa electoral ni eran una necesidad acuciante, van en contra del modelo turístico de la ciudad, consolidado y maduro por el cual nos visitan anualmente cientos de miles de turistas y residentes.

Estas decisiones sobre el modelo de ciudad deben ser consensuadas de forma transparente y participativa con los ciudadanos de Marbella y San Pedro y no unilateralmente y sin reflexión pública.

En resumen parar estos desarrollos urbanísticos que son pura especulación y crecimiento ilimitado incapaces de absorberlo nuestra ciudad y nuestro modelo turístico.

Por ello tenemos que lograr que se anule esta modificación del PGOU que no beneficia a Marbella y ante la que una gran mayoría de los que vivimos aquí nos oponemos. Todo puede cambiar si nos unimos todos y alzamos la voz ¡Basta ya a la especulación! ¡No a los rascacielos en Marbella!